Desecante

En este artículo encontrarás el significado de un desecante, varios ejemplos de sustancias desecantes y, por último, las utilidades de este tipo de sustancias químicas.

¿Qué es un desecante?

Un desecante es una sustancia higroscópica que sirve para reducir la humedad del ambiente. Por lo tanto, un desecante es lo opuesto a un humectante.

Es decir, un desecante es una sustancia que se utiliza para aumentar o mantener la sequedad de un entorno.

Para reducir la humedad del aire, en general, los desecantes capturan moléculas del ambiente mediante un proceso de adsorción.

Ten en cuenta que la humedad se refiere a la cantidad de vapor o agua en el ambiente, por lo que al reducir la humedad en realidad se está absorbiendo vapor del aire.

Para el correcto funcionamiento de un desecante es importante tener en cuenta su humedad de equilibrio, que es el valor de humedad característico de cada sustancia a partir del cual empezará a absorber humedad del ambiente. De manera que si la humedad del ambiente es mayor que la humedad de equilibrio, la sustancia captará humedad y se humedecerá. 

Normalmente, los desecantes que se venden son sólidos que absorben agua del ambiente y que han sido envasados. Por ejemplo, se usan para mantener alimentos en un ambiente con una humedad adecuada. Sin embargo, este tipo de sustancias tienen muchos usos, más abajo veremos cuáles son las aplicaciones más habituales de los desecantes.

Ejemplos de desecantes

Vista la definición de un desecante, a continuación se muestran ejemplos de sustancias desecantes:

  • Gel de sílice (SiO2): desecante muy utilizado para reducir la humedad de espacios cerrados. Es el desecante más común.
  • Cloruro de calcio (CaCl2): desecante económico muy usado para mantener un ambiente seco en reacciones químicas.
  • Hidróxido de sodio (NaOH): desecante rápido, económico y eficaz. Este tipo de desecantes suelen utilizarse para secar líquidos básicos.
  • Ácido sulfúrico (H2SO4): desecante barato, rápido y eficaz, pero no se usa tanto como otros desecantes.
  • Sulfato de sodio anhidro (Na2SO4): este desecante posee una gran capacidad para deshidratar, por contra, es muy lento en comparación con otros desecantes.

Aplicaciones del desecante

En la vida cotidiana, la principal aplicación de un desecante se encuentra en el transporte de alimentos que son susceptibles al moho y a la putrefacción cuando son expuestos a niveles de humedad muy altos. Por ejemplo, es habitual que alimentos como el café, frutos secos o cereales sean transportados con desecantes.

Por otro lado, también se utilizan los desecantes en la ganadería, ya que algunas crías de animales son muy susceptibles a la hipotermia en ambientes muy húmedos.

Asimismo, los desecantes se usan frecuentemente para mantener secos los acondicionadores de aire y otros sistemas de refrigeración.

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