Edafología

En este artículo se explica en qué consiste la edafología. Encontrarás la importancia de la edafología, su relación con el suelo, y la historia de esta rama científica.

¿Qué es la edafología?

La edafología es la rama de la ciencia que estudia la composición y la naturaleza del suelo. En particular, la edafología es la parte de la ciencia que analiza la características del suelo y cómo afecta al entorno vegetal que le rodea.

En ingeniería, se utiliza la edafología para estudiar el suelo sobre el que se construirá un edificio. Es decir, antes de la edificación, se suele hacer un estudio edafológico para comprobar el estado del suelo y si es viable construir sobre él, o también, para determinar si es necesario reforzar la base de la estructura.

De manera que el concepto de edafología está relacionado con la física, la química y la biología, entre otras ramas científicas.

Etimológicamente, el término edafología proviene de las palabras griegas edafos, que significa suelos, y logía, que quiere decir estudio.

Importancia de la edafología

Vista la definición de edafología, a continuación veremos por qué la edafología es más importante de lo que parece, ya que tiene muchas aplicaciones en la vida cotidiana.

En primer lugar, la edafología es importante para entender en qué consiste el suelo. Es decir, la edafología sirve para analizar las características del suelo, como por ejemplo su estructura, su composición, su textura, su densidad, etc. Más abajo entraremos en detalle en la relación entre la edafología y el suelo.

Asimismo, la edafología también es de gran importancia en la ingeniería, ya que el suelo es la base de una estructura y, por tanto, debe ser el adecuado para asegurar que una construcción no se derrumbará.

Además, la edafología es relevante para el estudio de la flora y la fauna que habita en el suelo, ya que según el tipo de suelo es mejor o peor para el crecimiento de plantas o para que seres vivos puedan habitar en él. Por lo tanto, al cultivar especies vegetales es primordial hacerlo en el suelo adecuado.

En este sentido, todos los animales, incluso los que no habitan bajo tierra, también afectan a la edafología. Ya que los cuerpos de animales muertos sirven de nutrientes para el suelo, las plantas y los microorganismos del suelo.

Finalmente, hay que tener en cuenta que la acción humana afecta considerablemente al suelo y, en consecuencia, a la edafología. El ser humano es capaz de modificar radicalmente el suelo en muy poco tiempo, lo que en general provoca un empobrecimiento y una degradación del suelo.

La edafología y el suelo

Para entender bien qué significa la edafología, debes comprender que está muy relacionada con el suelo. De hecho, la base de la edafología consiste en analizar el suelo. En este apartado veremos cuáles son las características del suelo que se estudian en la edafología.

Las propiedades físicas del suelo que más se analizan en la edafología son la estructura, la textura, la temperatura, el color, la densidad y la porosidad. Todas ellas tienen una gran influencia en el estudio del suelo, ya que permiten distinguir y clasificar en diferentes tipos de suelos.

Por otro lado, en edafología también se examina las causas y las consecuencias del suelo. Es decir, cómo se ha formado un suelo y los efectos que tiene un tipo de suelo sobre el clima, la fauna y la flora.

Asimismo, en un análisis edafológico se investiga la composición del suelo. O dicho de otra forma, saber de qué está formado el suelo también es importante para los edafólogos, ya que las rocas, los minerales o los materiales de un suelo variaran en función de sus características.

Evidentemente, del suelo se puede analizar cualquier propiedad, y un estudio puede requerir la examinación de un rasgo muy particular. Per en general las cualidades más estudiadas son las explicadas arriba.

Historia de la edafología

Lógicamente, el suelo se ha estudiado desde el principio de la agricultura para optimizar el cultivo. De hecho, las antiguas civilizaciones, como por ejemplo la antigua Grecia, ya empezaron a investigar el suelo.

En el siglo XVI, Bernard Palissy y Olivier de Serres destacaron por su aportación a esta disciplina. Sin embargo, los fundamentos científicos de la edafología se establecieron en Rusia en el siglo XIX, gracias a la aportación de Mijaíl Lomonósov.

De todos modos, se considera que hubo un antes y un después con el edafólogo Vasily Dokuchaev, ya que en esta rama se avanzó considerablemente gracias él. Además, sus discípulos Sibirtev, Glinka, Neustrayev y Zakharov también contribuyeron en el progreso de la edafología.

En 1886, Dokuchaev propuso por primera vez emplear la palabra suelo como un término científico. Lo definió como un horizonte terrestre que cambia su relación casi a diario bajo la influencia conjunta del agua, el aire y los organismos vivos y muertos. Más tarde, sus discípulos Glinka y Neustrayev volvieron a remarcar el suelo como un entidad propia.

Sibirtev fue quien hizo una primera clasificación de los suelos, según él se podían distinguir tres tipos de suelos en función de sus características. Aunque más adelante Curtis Marbut separó los tipos de suelos en seis clases.

Marbut era el director de investigación del suelo en Estados Unidos, su país natal. Y por eso realizó traducciones y aportó los conceptos rusos sobre edafología a su país. Más adelante, Charles Kellogg sucedió a Marbut y asumió sus responsabilidad, contribuyendo con sus estudios al conocimiento de la edafología.

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