Fotocolorímetro

En este post se explica qué son los fotocolorímetros. Así pues, encontrarás cómo usar un fotocolorímetro, cuáles son sus diferentes componentes y, por último, cuál es la diferencia entre el fotocolorímetro y un espectrofotómetro.

¿Qué es un fotocolorímetro?

El fotocolorímetro es un instrumento de laboratorio que mide la concentración de una sustancia disuelta mediante la cantidad de radiación electromagnética que absorbe. Es decir, el fotocolorímetro es un instrumento de medición que sirve para determinar la concentración de una disolución.

Principalmente, el fotocolorímetro se usa para medir la concentración de una sustancia coloreada en una disolución. Sin embargo, también puede utilizarse esta técnica para compuestos incoloros, haciéndolos reaccionar con una especie que genere un producto coloreado.

Los fotocolorímetros utilizan los conceptos de la fotocolorimetría para hacer las mediciones. Más abajo entraremos en detalle en el funcionamiento de un fotocolorímetro.

El fotocolorímetro es un dispositivo que se utiliza sobre todo en laboratorios químicos. Las aplicaciones del fotocolorímetro son muchas: análisis de sangre, cosméticos, pinturas, etc.

Partes de un fotocolorímetro

Los componentes de un fotocolorímetro son los siguientes:

  • Fuente de luz: una fuente de luz estable que ilumina a la muestra. Luego el fotocolorímetro evaluará la luz absorbida por la muestra.
  • Monocromador: se emplea para obtener una luz monocromática. La función el monocromador es aislar las radiaciones con la longitud de onda deseada que inciden o se reflejan. Es decir, el monocromador separa el haz de luz por longitudes de onda y direcciona la longitud de onda deseada.
  • Compartimento de la muestra: es el sitio en el que se debe poner la muestra a analizar. Por lo tanto, es el lugar donde ocurre toda la interacción entre la materia y la luz.
  • Detector: es la parte que capta la luz no absorbida por la muestra. De modo que la cantidad de radiación electromagnética absorbida por la muestra será la diferencia entre la luz entrante y la luz saliente.

Cómo funciona un fotocolorímetro

Para hacer funcionar un fotocolorímetro se deben hacer los siguientes pasos:

  1. Calibrar el fotocolorímetro. Normalmente el fabricante proporciona una muestra con la que se puede hacer la calibración del fotocolorímetro. Según las características del fotocolorímetro, se puede calibrar cada un cierto tiempo, aunque se recomienda calibrarlo antes de cada medida para asegurar que la medición es correcta.
  2. Limpiar la muestra a estudiar. Para evitar que la suciedad interfiera en la medida, se debe limpiar la muestra antes del análisis.
  3. Introducir la muestra en el fotocolorímetro. Es decir, poner la muestra dentro del fotocolorímetro y cerrar la tapa.
  4. El fotocolorímetro analizará la muestra. Dejamos un tiempo para que el fotocolorímetro analice la muestra, y luego proporcionará el valor medido.

El principio de funcionamiento del fotocolorímetro, es decir, lo que sucede en el interior del fotocolorímetro, se basa en la ley de Lambert-Beer. En primer lugar, se emite un haz de luz del cual, mediante un monocromador, se filtra solamente la longitud de onda deseada. Posteriormente, el haz de luz filtrado pasa por la muestra y, finalmente, el detector del fotocolorímetro capta la cantidad de luz no absorbida por la disolución.

De este modo, se puede medir la cantidad de luz absorbida por la muestra (diferencia entre luz entrante y luz saliente) y, en consecuencia, determinar la concentración de soluto en la disolución. Ya que, gracias a la ley de Lambert-Beer, sabemos que la concentración de una muestra es proporcional a la luz absorbida y se pueden relacionar mediante una fórmula.

Fotocolorímetro y espectrofotómetro

En esta apartado veremos cuáles son las diferencias entre un fotocolorímetro y un espectrofotómetro, ya que son dos instrumentos de laboratorio que tienen la misma utilidad y, por tanto, es fácil confundirlos.

La principal diferencia entre un fotocolorímetro y un espectrofotómetro es la precisión en la medición de la luz absorbida por la muestra. En general, un espectrofotómetro tiene una precisión mayor que un fotocolorímetro. En consecuencia, un espectrofotómetro es capaz de medir la concentración de un color de manera más precisa.

Por otro lado, un fotocolorímetro suele ser más económico que un espectrofotómetro. Por lo tanto, según si necesitamos ahorrar en el precio del instrumento o tener una gran precisión, escogeremos un fotocolorímetro o un espectrofotómetro respectivamente.

Para saber más acerca del espectrofotómetro haz clic aquí:

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