Sismógrafo

En este artículo se explica qué son los sismógrafos. Así pues, encontrarás para qué sirve un sismógrafo, sus diferentes partes y cómo funcionan los sismógrafos.

¿Qué es un sismógrafo?

Un sismógrafo, también llamado sismómetro, es un instrumento que mide los movimientos provocados por las placas tectónicas de la Tierra. Es decir, un sismógrafo es un instrumento que sirve para medir los terremotos y pequeños temblores del suelo.

El sismógrafo fue inventado por el físico escocés James David Forbes en 1842. Aunque ya existían algunos modelos más antiguos no tan sofisticados. Incluso se ha encontrado un instrumento muy similar que se utilizaba en China en el año 132 d. C. llamado sismoscopio, pero era poco preciso.

Cabe destacar que los sismógrafos también se usan para detectar explosiones de pruebas nucleares, no obstante, la aplicación principal de los sismógrafos es la detección de terremotos.

Etimológicamente, la palabra sismógrafo proviene de las palabras griegas seismos, que significa terremoto, y graphein que puede traducirse como grabar.

Partes de un sismógrafo

Ahora que ya sabemos la definición de sismógrafo, vamos a ver cuáles son las diferentes partes de este tipo de instrumentos.

  • Tambor giratorio: es la parte en la que se registran las vibraciones del suelo. El gráfico resultante de representar las vibraciones se llama sismograma.
  • Estructura: es el soporte que sostiene el peso y el marcador. Cuando se producen ondas sísmicas la estructura del sismógrafo se sacude.
  • Peso: este peso se queda inmóvil cuando se produce un territorio debido al principio de inercia. De este modo se pueden registrar los movimientos tectónicos en el sismograma.
  • Marcador: es la parte del sismógrafo que registra las oscilaciones del suelo en el sismograma.
  • Vibraciones: consisten en los movimientos vibratorios del suelo representados en un papel, llamado sismograma.
  • Base: es la parte que sostiene todo el sismógrafo y, por tanto, se mueve mientras suceden los terremotos.
partes de un sismógrafo

La imagen de arriba es un sismógrafo horizontal, ya que el tambor giratorio en el que se registran las vibraciones está en posición horizontal. Pero también hay sismógrafos verticales, así pues, el principio funcionamiento de estos dos tipos de sismógrafos es el mismo, simplemente cambia la posición del tambor giratorio y del resto de componentes.

Cómo funciona un sismógrafo

El funcionamiento de un sismógrafo se basa en el principio de inercia. Cuando se produce un terremoto, todo el sismógrafo se agita excepto la masa suspendida que tarda unos instantes más en moverse y, en consecuencia, el marcador acoplado a ella puede registrar las vibraciones en un sismograma.

El principio de inercia dice que cualquier cuerpo tiene una resistencia al movimiento o variar su velocidad. De manera que cuanta más masa tenga el cuerpo, más difícil es moverlo.

Por eso la masa concentrada del sismógrafo opone una resistencia mayor que el resto del dispositivo y, de este modo, la masa permanece un instante en reposo en el mismo sitio. Entonces, el movimiento del tambor giratorio provoca que el marcador registre las vibraciones del sismógrafo, y por tanto del suelo, en el sismograma.

funcionamiento de un sismógrafo

Historia del sismógrafo

Por último, veremos un breve resumen del origen del sismógrafo, ya que es un dispositivo que ha ido variando a lo largo de la historia.

Hacia el año 132 d. C. se utilizaba en el imperio Chino un instrumento llamado sismoscopio. Este instrumento consistía en un gran recipiente y en la parte de arriba tenía ocho cabezas de dragon que sostenían una bola de bronce. De manera que cuando había un terremoto una boca del dragón se abría y dejaba caer una bola a la base del dispositivo. En teoría se podía detectar un terremoto y, además, saber su dirección, pero su precisión era baja.

Entre los siglos XVIII y XIX se empezaron a construir los primeros sismógrafos. Al principio todos se basaban en el movimiento de un péndulo el cual registraba los movimientos sísmicos. Sin embargo, la precisión de los instrumentos ideados aún era mejorable.

Hasta que en 1842 James David Forbes (1809-1868) inventó el sismógrafo, el cual funcionaba utilizando el mecanismo explicado en el apartado anterior. Más adelante se mejoró este dispositivo, añadiéndole un reloj para registrar el tiempo de duración del terremoto y relacionar cada vibración registrado con el tiempo.

Actualmente, los sismógrafos modernos utilizan sensores electrónicos y permiten el procesamiento digital de las vibraciones registradas. De este modo se puede conectar el sismógrafo a un ordenador y analizar mejor los datos recopilados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio